situación
Santa Coloma de Farners es la capital de la comarca de La Selva, y está situada en el centro de la misma, en la línea fronteriza entre la llanura y las montañas de Les Guilleries. Actualmente cuenta con casi 13.000 habitantes. Se encuentra a una altitud de 142 metros sobre el nivel del mar; dista 24 km de Girona, 90 km de Barcelona, y 30 km de la Costa Brava, y dispone de una amplia oferta de servicios educativos, culturales, médicos, gastronómicos y de ocio.
Descripción
El término municipal comprende el núcleo urbano, los vecinos de San Pedro Cercada, Castanyet, San Miguel de Cladells, Valle y Vallors, y la urbanización de Santa Coloma Residencial. Santa Coloma disfruta de una orografía de transición: del núcleo urbano hacia el Este comienza la llanura de La Selva, mientras que hacia el Oeste se encuentran las Guilleries con los contrafuertes de El Espinau, Santa Bárbara, y La Sierra del Cuervo. En este semicírculo de montañas hay esparcidas por colinas, valles, cuellos y hondonadas, todo una bandada de ermitas de un gran interés histórico, artístico y religioso que bien merecen una visita.
los orígenes
La primera referencia escrita la encontramos en 886 cuando se cita el lugar de Sauleda, mientras que el año 950 el obispo Gotmar de Girona consagraba la nueva iglesia, destruida años atrás por soldados húngaros. De esta época data también el castillo de Farners, que tenía funciones de vigilancia para controlar el camino de Osona en Girona, y de refugio ante posibles ataques puntuales. La primera mención del nombre Farners la encontramos a mediados del siglo XI cuando Ramon Folch de Cardona ofrece el castillo al conde de Barcelona Ramón Berenguer I; los castellanos eran la familia de los Farners.
La evolución de la ciudad
Hacia 1497 Santa Coloma contaba ya con unos 350 habitantes, y 43 masías remences habían redimido con el pago. El crecimiento se fue afianzando en los siguientes años, hasta que la muerte del alguacil real en abril de 1640 fue contestado por el virrey incendiando la mayoría de masías y casas del pueblo: días más tarde ocurría el Corpus de sangre, y la Guerra del Segadors era ya una realidad.
Hacia 1497 Santa Coloma contaba ya con unos 350 habitantes, y 43 masías remences habían redimido con el pago. El crecimiento se fue afianzando en los siguientes años, hasta que la muerte del alguacil real en abril de 1640 fue contestado por el virrey incendiando la mayoría de masías y casas del pueblo: días más tarde ocurría el Corpus de sangre, y la Guerra del Segadors era ya una realidad. El 1718 la población colomense era de 823 habitantes, que en poco más de 70 años se triplicó gracias a saber aprovechar su enclave a caballo entre las Guilleries y la costa. La segunda mitad del siglo XIX es testigo de un importante crecimiento en la actividad económica, que se traduce con la expansión urbanística de la propia ciudad: se termina la construcción de la carretera de Santa Coloma en Sils, los carlistas incendian la casa Farners y el espacio se convierte en la plaza del pueblo, se construye la plaza del Ferial que contendrá las ferias de ganado y agrícolas, las calles laterales en San Sebastián se van construyendo, y se comunica la calle Mayor con la calle Virgen María. Paralelamente, la actividad cultural y asociativa es bien incienso, con la proliferación de casinos y ateneos, la aparición de semanarios, y la creación de parejas, entre otras actividades. A comienzos de siglo XX (1901) Santa Coloma cuenta ya con 4.600 habitantes, y muy pronto le será otorgado el título de ciudad en reconocimiento a su relevancia económica, cultural y política en la comarca. A lo largo de todo este siglo se va afianzando el crecimiento de la ciudad, con la incorporación de nuevos equipamientos administrativos, sociales, y de servicios, que conforman la ciudad tal y como la conocemos hoy en día: capital de la comarca de La Selva, con una población de casi 13.000 habitantes.